Durante los días en que se celebraba el Concilio Vaticano II (1963-1965), la crisis de vocaciones religiosas y, sobre todo, sacerdotales, comenzaba a llamar la atención. La degradación de la enseñanza y de las virtudes y aptitudes de los profesores, la indisciplina, la falta de piedad y de fervor, el abandono de la Teología Tomista por la de Karl Rahner, la de Hans Kung y otros "teológos" que influenciaron a Cardenales alemanes, principalmente, fueron resultado del Concilio que inquietaron a algunos pocos pastores celosos de las almas, a las familias cristianas y a los jóvenes inclinados al Servicio Divino.
En un afán de búsqueda acudieron con Mons. Marcel Lefebvre, con la angustia en el corazón, suplicándole pusiera remedio a tales males. Confiando en el Seminario Francés de Roma, dirigido por la congregación de los Padres del Espíritu Santo, les orientó hacia esta casa.
Desde 1964, una docena de estudiantes conservadores recibieron la formación que allí se impartía. Dos años más tarde, en 1966, llegaron a 20 los seminaristas, quienes formaban un grupo muy influyente en el ambiente un tanto relajado del centro. Mons. Marcel Lefebvre los visitaba para alentarlos por el camino de conducta que él les tenía trazado.
Llegado el tiempo de la tonsura, y a pesar de haber estado tres años en el seminario, se les negó, casi a la totalidad del grupo, por considerarlos inadecuados, es decir, porque no habían conseguido hacerles aceptar el liberalismo y el modernismo. Marcel Lefebvre se dio cuenta que era necesario y urgente encontrarles otro lugar más seguro, no liberal y sí Católico. Dos Universidades conservaban, por entonces, una enseñanza segura: la Lateranense y la de Friburgo. En 1968 no quedaban en el Seminario Francés de Roma más que dos seminaristas con sotana.
En el Sínodo episcopal de 1967 Lefebvre había rechazado la idea de una “nueva misa” que se estaba imponiendo contra la verdadera Misa, con la colaboración rabiosa del P. Aníbal Bugnini, conocido masón y comunista de ideas protestantes. Un grupo de 5 o 6 teólogos y liturgistas, bajo la presidencia de Mons. Marcel Lefebvre, elaboró el célebre “Breve examen crítico del Novus Ordo”, redactado en definitiva por el sacerdote dominico Gerard des Lauriers, y que los Cardenales Ottaviani y Bacci prologaron y presentaron a Paulo VI, sin que éste lo tomara en cuenta.
Mons. Lefebvre, rebasando los 60 años de edad, recomienda a varios de esos estudiantes acudir a la Universidad de Friburgo, atendida por los padres Dominicos, en la que era prominente profesor el P. Marie-Dominique Philippe, profesor de buena filosofía. Otros seminaristas se acercaron al P. Theodosios, ex ortodoxo convertido al catolicismo, quien había fundado una pequeña Hermandad a las afueras de Roma.
Sin embargo, cuando en la Universidad de Friburgo los padres dominicos comenzaron a desviarse hacia el modernismo, los mismos seminaristas y sus padres solicitaron a Mons. Lefebvre que hiciera algo más por ellos.
El 6 de Junio de 1969 Mons. Lefebvre visita a Mons. Francois Charriere, Obispo de Friburgo, solicitándole su aprobación para abrir una casa en Friburgo que pudiera albergar a los aspirantes al sacerdocio que estudian en la Universidad de Friburgo.
Continuará....
Continuará....
Me gustaria saber porque dicen que en dos rios atzacan ay una capilla que no tiene validez como se llama la capilla y porque?
ResponderEliminarNo sé quién diga que no tienen validez... en ese poblado de Dos Ríos hay dos templos católicos tradicionalistas: uno perteneciente a la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X y otro de sacerdotes sedevacantistas.
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