A principios de septiembre de 1976, 4 seminaristas viajan a Madrid con la pretensión de ofrecer una conferencia de prensa, que no es autorizada. Sin embargo, logran entrevistarse con muchísimos seguidores españoles. Los seminaristas eran:
Ø Juan María Fernández Krohn (español, 27 años)
Ø Olivier de Blignieres (francés, 27 años)
Ø Jean-Michel Faure (francés, 35 años)
Ø Anthony Cathey (norteamericano, 28 años)
El 2 de Septiembre Lefebvre visita el pueblito de Stefferhausen, en Lieja, Bélgica, invitado por el cura párroco, Paul Schoonbroodt para confirmar a los niños. Al día siguiente llega a Stein, Bélgica, y se entrevista con la Señora Berta Manders-Thomeer, dirigente de un grupo de apoyo a la Fraternidad de Mons. Lefebvre. Ambas visitas fueron prohibidas y boicoteadas por los Obispos locales. El 5 de Septiembre asiste a la primera Misa de Patrick Groche Michaud en Besancon, Francia.
En estos días Mons. Lefebvre declara: “No conozco la influencia del Papa en los asuntos que sacuden actualmente a la Iglesia , pero si él se identifica con estos cambios, entonces, yo creo que es un cismático. Además, prefiero decir que Paulo VI es un misterio para mí antes que discutir lo que realmente es”. También 28 sacerdotes franceses solicitan la revisión de las sanciones contra Mons. Lefebvre y los sacerdotes ordenados por él, y pedían que se autorizara a cuantos lo deseen a celebrar la misa según el misal y rito de San Pío V.
El P. Louis Coache afirma el 6 de Septiembre en Roma, invitado por los editores de la revista “Civitá Católica”: “Nuestra posición no es una revuelta contra el Papa. Simplemente, le pedimos que ponga orden en la Iglesia. No le acusamos (ni le acusa Monseñor Lefebvre) pero lo cierto es que a veces actúa como si quisiera propiciar la demolición de la Iglesia... la sanción vaticana no tiene fundamento jurídico porque decir misa en latín es, simplemente, seguir una milenaria tradición de la Iglesia , en tanto que la conciliar es equívoca y se asemeja a los ritos protestantes”
Por su parte, Mons. Francois Ducaud-Bourget, Obispo de la Orden de Malta y suspendido tiempo atrás, declara: “No es la misa en latín lo que se debate. Lo que pedimos es orden, un orden que ya no existe en la Iglesia. El actual Pontífice niega los dogmas, modifica la religión, pone a todos los credos a un mismo nivel. Pedimos orden, jerarquía, limpieza moral. Nos alzamos contra quienes invadieron la Iglesia en nombre de la democracia, del marxismo, de la revolución. Lo he dicho antes y puedo repetirlo: Italia fue feliz con Mussolini; yo no lo exalto, como tampoco elogio a Hitler. Pero no se puede sentir más que admiración hacia el pequeño cabo que hizo arrodillarse a Europa. Lo pienso así y no estoy solo: cuento con Mons. Lefebvre y con todos cuantos se niegan a participar del complot masónico-judeo-marxista urdido para destruir a la Iglesia de Cristo”.
El P. Pierre Debray, líder de “Los Silenciosos de la Iglesia ”, declara: “El verdadero problema es que en el interior de la Iglesia Católica se está cambiando la religión. La religión del Dios hecho hombre ha sido reemplazada por la religión del hombre hecho Dios. El verdadero problema se encuentra en esta herejía fundamental contra la cual los obispos no hacen nada y el Vaticano se limita a llorar y no en el cisma que se atribuye a Mons. Lefebvre”.
El 9 de Septiembre Mons. Lefebvre visita Albano Laziale, en Italia, donde viven 2 sacerdotes y 12 monjas de la Fraternidad de San Pío X.
Continuará....