viernes, 1 de junio de 2012

CARTA DEL PADRE CARMONA AL HEREJE OBISPO DE ACAPULCO

 


En el periódico "Avance" de esta localidad, leí los buenos deseos que tienes para conmigo: "Que Dios ilumine al P. Carmona...". !Gracias, Padre Bello, gracias! Pues bien, para consuelo tuyo, puedo decirte que El es quien siempre me ha iluminado, a pesar de todas mis miserias. Y por eso, porque El me ha iluminado, pude darme cuenta desde la primera etapa del Vaticano II de cómo esos obispos, que tan extraordinariamente se fatigaban por convertirse en antorchas fulgurantes de un mundo, que ellos mismos obscurecían, nos estaban llevando al comunismo, condenado por la Iglesia como intrínsecamente perverso.

 
Por éso, porque Dios me ha iluminado, noté desde luego que esa misa, elaborada por seis ministros protestantes, -por Paulo VI comisionados- era el inicio de una nueva religión, era la aparición de una nueva iglesia; la iglesia Posconciliar que con su despótico triunfalisrao suplantaba a la Iglesia UNA, SANTA, CATOLICA y APOSTOLICA, que Cristo instituyó;

 
Por eso, porque Dios me ha iluminado, a tiempo me di cuenta de que ese "ecumenismo", del que tanto hablan y por el que tanto se interesan, no es el ECUMENISMO de Cristo, que quiere la unión de todos en su divina verdad: "ID -dijo- Y ENSEÑAD A TODAS LAS GENTES... (S. Mt. XXIII, 19). El ecumenismo de ustedes, obispos modernistas es una herejía, que se basa en el relativismo dogmático y en una falsa eclesiologia; el ecumenismo de Uds., dignos representantes de la nueva iglesia, es el ecumeninmo de la Masoneria, que quiere la unión de todos los cristianos -y de los que pretenden serlo- en una SUPERIGLESIA, que acelerará la apostasia final y el imperio del Anticristo;

 
Por eso, porque Dios me ha iluminado, advertí con toda claridad que, lo que verdaderamente pretende esa jerarquía, qua vergonzosamente ha claudicado, es el establecimiento de una "Iglesia Universal" en la que quepan todas las iglesia existentes en el mundo, cada una con su propio credo y en la que la Iglesia Católica llegaria a ser una de tantas solamente; Iglesia Universal y sincrética que dependería, claro está, del Gobierno Mundial, que agentes ocultos preparan y que ya descaradamente anuncian.

 
Por eso, porque Dios me ha iluminado, vi que todos los obispos, al romper con la Santa Tradición, con la que 362 Papas enseñaron y sobre todo, con la Doctrina de Cristo, enseñada la misma siempre y en todas partes, dejaron de ser los maestros de la FE y quedaron únicamente constituidos en "defensores de los derechos humanos y de las libertades públicas". Ya no les importa Dios ni velan por sus derechos. Ahora les importa solamente el hombre, el hombre, de quien Paulo VI heréticamente dijo que en el fondo es bueno; el hombre es a quien sirven y a quien han puesto en el lugar de Dios. El antropocentrismo los tiene obsesionados.

 
También porque Dios me sigue iluminando, veo con toda claridad que el Decreto acerca de la libertad religiosa, en el Vaticano II solemnemente proclamado, ha sido sólo para favorecer a los herejes, quienes libremente difunden sus herejías, sin que nada ni nadie les estorbe; pero no nosotros que, en uso de nuestro si legitimo derecho, quisimos conservarnos fieles a la IGLESIA DE SIEMPRE, a la Iglesia que también a ti te bautizó y te hizo sacerdote, pero a la que desgraciadamente traicionaste, al aceptar la mitra de una iglesia modernista. Nosotros, sólo nosotros, no tenemos derecho de seguir predicando la misma DOCTRINA que Cristo predicó, que los Apóstoles fielmente trasmitieron y que la Iglesia, fiel al mandato de su divino Esposo, ha conservado integra e inmutable.

 
Dices que le pides a Dios que me ilumine para que enderece mi conducta. ¿Quieres decir entonces que la Iglesia de Cristo durante veinte siglos estuvo equivocada? ¿Falló la promesa de Cristo y la dejó engañar? Si pues mi conducta no es derecha porque sigo fiel a la Iglesia de siempre, ¿qué he de hacer, Rafael, qué he de hacer para que esta conducta se enderece? ¿He de renegar de esa Iglesia que me dio la Fe y he de renegar de Dios para dedicarme al servicio del hombre? Tú que eres maestro en Israel dime ¿qué es lo que he de hacer?

Pbro. Moisés Carmona R.
1979

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