No cabe duda que los hermanitos Espina Leupold son dignos hijos de sus progenitores: un diz que diplomático del régimen de la Revolución Fusiladora y una señora ego narcisista que no los supo criar.
Vean nada más la cara agria, amargada y amargosa de Julián Espina ya en pleno ensayo para el sacrilegio del día 22 de enero.
Vean su rostro angelical, sereno, con paz interior, lleno de gracia, que emana el amor de quien tiene a Dios en su cuerpo, mente y espíritu. El chiste se cuenta solo.
Mamaaa, que caripela de delincuente serial la del autoproclamado episcopo que el sábado consumirá el gran sacrilegio y un pasito al infierno.
ResponderEliminarYa ni siquiera disimula la cara de desencajado del muy canalla, y termina haciendo lo mismo que tanto criticó de Squetino y de Morello.
Rostros patibularios, verdadera galería del crimen.
ResponderEliminarSe ha revelado el cuarto secreto de Fátima! Cuando se usurpe la santa sede y los Espina sean obispos!
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